TENER Y NO TENER
Recuerdo un regreso a Roma
en tren, al anochecer
de un interminable día de verano.
No sé de dónde volvía,
no recuerdo quién me aguardaba.
El tren disminuyó su velocidad,
muy cerca ya de Termini,
al atravesar un barrio de chabolas.
En un pequeño patio
al que rojos geranios convertían en jardín
un joven se lavaba
desnudo.
Quizá era un camarero
que se preparaba para atender las mesas
en una trattoria del Trastevere.
Fue solo un instante:
la palidez de la piel, el vello
de las axilas y la ingle,
la súbita revelación de un secreto.
Llegué a la ciudad,
a la mujer que me esperaba,
encorvado como un impostor.
Ahora que soy viejo
pienso que lo que no tuve
es lo único que tuve.
(de: Arena y nada - Poemas de vario tiempo y lugar - Creática Ediciones)
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