La atmósfera de primavera hace que el corazón y el espíritu de la gente se relajen, pero no es tan buena como la blancura de las nubes y la claridad del viento otoñal, la fragancia de las orquídeas y de las casias, el agua y el cielo que uno colorea, arriba y abajo, vacío y brillante, que hacen puros los espíritus y los huesos de la gente.
(de: Retorno a los orígenes - Huanchu Daoren - Edit. EDAF)
(acuarela: Susana Benet)
La preciosa belleza de un texto sencillo. Una pintura que transmite mucho.
ResponderEliminarGracias, Susana, por compartirlos.
Un abrazo
Cris