sábado, 3 de junio de 2017
NOVEDAD
La editorial Renacimiento ha publicado mi traducción de los haikus escritos por Julien Vocance durante la Primera Guerra Mundial. Visiones, como él las llamó, de la vida y la muerte en las trincheras, relatadas con dramatismo, crudeza y, a veces, con cierto humor, Terribles instantáneas que nos hacen reflexionar sobre la crueldad que supone cualquier conflicto bélico.
Copio a continuación algunos de los breves poemas escritos por este soldado en las trincheras, publicados en La Grande Revue (París, 1916).
Con la tierra
sus cuerpos celebran nupcias
sangrientas.
*
¡Muros calcinados por los bárbaros,
serás más bella, mi catedral!
Eterna, a pesar de todo.
*
La tez rubicunda
el vientre desabrochado:
cocineros de oficiales.
*
Los cadáveres entre trincheras,
tres meses ennegreciendo,
pillaron alopecia.
(de: Cien visiones de guerra - Julien Vocance - traducción Susana Benet - Edit. Renacimiento, 2017)
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Hay que tener humor para, en medio de las trincheras, contar sílabas. Pero a lo mejor eso se lo hacía más llevadero. Espero que sobreviviese.
ResponderEliminarPues sí, sobrevivió. Y, la verdad, no se ajustaba a las 17 sílabas, algo muy difícil para que cosas tan terribles quepan en tan poco espacio. Saludos,
ResponderEliminarunos haikus tristes, pero que lo ayudaron a sobrevivir.
ResponderEliminarsaludos
Gracias, Karin.
ResponderEliminarAun en la escena más trágica y desgarradora, los sentidos del haijin trazan un mapa del suceso, que enuncia, balbucea, clama su voluntad de pertenencia a otro conteo, no el de los muertos o el de los daños sino el de los elementos que provoquen la chispa de la emoción estética, ese no sobrevivió, ese haijin ganó la guerra. Muy bueno y gracias Susana.
ResponderEliminarComo se consigue desde Buenos Aires?
Gracias, Ariel. Si buscas el libro en Google, aparecen varias librerías que lo venden por Internet. Me gusta tu comentario. Saludos,
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