Preciosos esos trazos de acuarela, más sugeridos que realmente trazados. Te estás haciendo una maestra en el manejo del pincel, con el color que aplicas y, sobre todo, con el que no aplicas, con el vacío. Muy zen, muy haiku, muy Susana. Un abrazo.
Hola Susana: Sí, la noche apaga nuestras voces y enciende nuestros sueños, o nuestras pesadillas. Preciosa la acuarela, tan sugerente como etérea. Un beset Cris
Preciosos esos trazos de acuarela, más sugeridos que realmente trazados. Te estás haciendo una maestra en el manejo del pincel, con el color que aplicas y, sobre todo, con el que no aplicas, con el vacío. Muy zen, muy haiku, muy Susana. Un abrazo.
ResponderEliminarHola Susana:
ResponderEliminarSí, la noche apaga nuestras voces y enciende nuestros sueños, o nuestras pesadillas. Preciosa la acuarela, tan sugerente como etérea.
Un beset
Cris
Muy delicada manera de expresarlo, Susana.
ResponderEliminar¡Hermoso!
Un beso.
Este es uno de los que más me gustan....enhotabuena por tu libro...
ResponderEliminarUn beso
Mila