Cualquier elemento natural se convierte en símbolo de nuestras actitudes. Somos leves plumas que el viento de los días cambia de sitio. Un gran abrazo y la alegría de volver a tus versos con ánimo renovado.
Siempre la mirada atenta de haijin ante lo cotidiano. Hay que aprender a percibir ese detalle que tus haikus tan bien recogen. Entiendo que ha de ser una mirada limpia de artificios, y ahí está la dificultad. Gracias Susana, y un abrazo.
Cualquier elemento natural se convierte en símbolo de nuestras actitudes. Somos leves plumas que el viento de los días cambia de sitio. Un gran abrazo y la alegría de volver a tus versos con ánimo renovado.
ResponderEliminarSiempre la mirada atenta de haijin ante lo cotidiano. Hay que aprender a percibir ese detalle que tus haikus tan bien recogen. Entiendo que ha de ser una mirada limpia de artificios, y ahí está la dificultad. Gracias Susana, y un abrazo.
ResponderEliminarGracias, José Luis. Como bien dices, a veces nos vemos en las cosas, como me vi en esa pluma y su temblor. Besos
ResponderEliminarHola, José Antonio. Como siempre agradezco verte por aquí y leer los comentarios de alguien como tú que tan bien conoce el haiku. Besos
ResponderEliminar