TINA Y LA BIOLOGÍA
Aquella noche Tina estaba muy pensativa mientras
cenaba sopa de letras, su favorita.
Sus padres la miraron extrañados, pero no dijeron
nada. Fue la abuela quien preguntó por fin:
-¿Qué pasa que estás tan calladita, Tina?
No sé si puedo
hablar de lo que pienso,aquí en la mesa.
-¡Que lo diga!, ¡que lo diga! -insistió el padre,
curioso.
Tina alzó una ceja y viendo que le daban permiso,
exclamó:
En Biología
han explicado cómose hace el amor.
Se te ha quedado
una “jota” pegadaen la barbilla.
-¡Pero qué cosas os enseñan en el cole! -protestó la
abuela-. ¡En mis tiempos habrían expulsado al profesor!
- No te pongas dramática -repuso la madre sin darle importancia-.
Ahora esas cosas se explican en clase. Cuéntanos, Tina.
Nos han mostrado
cómo lo hacen las ranasy los caballos.
-¡¿Los caballos?! –repitió el padre, congestionado.
-¡Cálmate Fermín, que te sube la tensión!- advirtió
la madre, palmeándole la espalda.
También han dicho
que gracias al amorestamos vivos.
Tina siguió comiendo su sopa, hasta no dejar una
sola letra. Después alzó la cuchara y señaló a su padre:
También vosotroshabréis hecho lo mismo
que los caballos.
La madre se metió en la cocina, porque le había dado
un ataque de risa.
El padre se levantó de la silla como si le quemara,
y en lugar de rojo, se puso blanco.
-¡¿Pero qué dice esta niña?! ¡Como los caballos!
¡Qué burrada!
- ¡Santo cielo! –exclamó la abuela-. ¡Se me ha
atragantado todo el abecedario! Mañana mismo voy a ese colegio a poner una
reclamación.
Pues el conserje
comentó que la abuelaestá estupenda.
De verde nada.
Yo creo que el conserjees más bien negro.
-¡Cállate, Tina! ¡Estoy harto de oírte! Cómete el
postre y márchate a tu cuarto- dijo el padre encendiendo la tele y resoplando.
-Mañana iré a decirle un par de cosas a ese
conserje… con lo correcto que parecía- amenazó
la abuela abanicándose con la servilleta.
-Pues ponte bien guapa… -murmuró la madre sonriendo.
Tina frunció los labios con gesto malhumorado.
No entiendo nada.
Me hacéis hablar y luegose monta el lío.
-No te preocupes, cariño- la tranquilizó su madre, acariciándole
el pelo-. Iré contigo a tu cuarto y te explicaré algunas cosas.
-¡Ni se te ocurra! –gritó el padre, autoritario-.
¡Que se lo expliquen en el colegio!
-¿No ves que la niña tiene dudas? -protestó la madre-.
No le han hablado del cuerpo humano.
Pero Tina respondió, abandonando la mesa.
No me hace falta.
Mañana nos dan clasede Anatomía.
Estupendo, Susana. Esos poemitas son lo que yo llamo "codas", 5-7-5 sílabas, pero sin espíritu de jaiku. En tu cuento van de maravilla.Le dan una gracia especial. Me gusta,
ResponderEliminarUna joya el cuento.
ResponderEliminarMuy bueno, Susana. Lo he disfrutado mucho.
ResponderEliminarGenaro Ortega, Gog.