jueves, 17 de noviembre de 2016

RON





Ron se ha marchado para siempre. Se durmió profundamente el pasado lunes, a sus veinte años y medio. Era fuerte, venía del campo. Era discreto, silencioso, una sombra por la casa, pero también travieso, siempre asomándose a las terrazas vecinas. Su intuición era tremenda. En una ocasión en que yo buscaba un papel (un poema escrito en un folio), él arañó detrás de un mueble y lo encontró. Así, sin más, con su felina naturalidad. Ha sido protagonista de muchos de mis haikus y poemas, como este inspirado por él. Gracias, Ron.


EL GATO
                         
No puede ser que el gato,
en su reposo inmóvil,
los ojos bien abiertos
y las pupilas quietas,
no se adentre en espacios
que los hombres ignoran,
no se encuentre sumido
en profunda, en perfecta
meditación.




(publicado en: "Lo olvidado" - Edit. Fralejón, 2015 y Edit. Uno y Cero, 2016)

(fotografía: Susana Benet)




7 comentarios:

  1. Hola Susana,
    Siento mucho lo de Ron. Era un gato precioso, tanto como el poema que te inspiró.
    Un abrazo
    Cris

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  2. Como en Egipto,
    creyendo que son dioses
    siguen los gatos.

    (Lo siento. Seguirá vivo en tu recuerdo.)

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  3. Te agradezco el haiku y tus palabras... Besos,

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  4. Cuánto lo siento Susana. Sé lo que se puede llegar a amar a los peludos de cuatro patitas que forman parte de nuestra familia. Más de veinte años es todo un record. Ha estado sin duda, muy bien cuidado.

    Un abrazo para ti y buen viaje para Ron.

    -^-

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  5. Muchas gracias por acompañarme con tus palabras. Besos

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  6. Que poema bello;

    yo convivo con mi gato "sol, se sube al la mesa de la terraza
    Y se queda estático sentado un buen rato y pienso (ya esta meditando)o absorbiendo olores colores y auras que seguramente los humanos no percibimos.
    Su corazón siempre estará en el tuyo.

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