Ron se ha marchado para siempre. Se durmió profundamente el pasado lunes, a sus veinte años y medio. Era fuerte, venía del campo. Era discreto, silencioso, una sombra por la casa, pero también travieso, siempre asomándose a las terrazas vecinas. Su intuición era tremenda. En una ocasión en que yo buscaba un papel (un poema escrito en un folio), él arañó detrás de un mueble y lo encontró. Así, sin más, con su felina naturalidad. Ha sido protagonista de muchos de mis haikus y poemas, como este inspirado por él. Gracias, Ron.
EL GATO
No
puede ser que el gato,
en su
reposo inmóvil,
los
ojos bien abiertos
y las
pupilas quietas,
no se
adentre en espacios
que los
hombres ignoran,
no se
encuentre sumido
en
profunda, en perfecta
meditación.
(publicado en: "Lo olvidado" - Edit. Fralejón, 2015 y Edit. Uno y Cero, 2016)
(fotografía: Susana Benet)
Hola Susana,
ResponderEliminarSiento mucho lo de Ron. Era un gato precioso, tanto como el poema que te inspiró.
Un abrazo
Cris
Gracias, Cris.Besos
ResponderEliminarComo en Egipto,
ResponderEliminarcreyendo que son dioses
siguen los gatos.
(Lo siento. Seguirá vivo en tu recuerdo.)
Te agradezco el haiku y tus palabras... Besos,
ResponderEliminarCuánto lo siento Susana. Sé lo que se puede llegar a amar a los peludos de cuatro patitas que forman parte de nuestra familia. Más de veinte años es todo un record. Ha estado sin duda, muy bien cuidado.
ResponderEliminarUn abrazo para ti y buen viaje para Ron.
-^-
Muchas gracias por acompañarme con tus palabras. Besos
ResponderEliminarQue poema bello;
ResponderEliminaryo convivo con mi gato "sol, se sube al la mesa de la terraza
Y se queda estático sentado un buen rato y pienso (ya esta meditando)o absorbiendo olores colores y auras que seguramente los humanos no percibimos.
Su corazón siempre estará en el tuyo.