miércoles, 20 de mayo de 2015

LECTURA EN SAN SEBASTIÁN/DONOSTIA





Recién llegados de Donostia/San Sebastián, con el frescor del aire todavía en la piel y en los ojos la presencia vigorosa del mar, hago recuento de los instantes transcurridos durante el breve viaje. Primero, la frondosidad del paisaje contemplado desde el tren. Después, el recorrido por las calles estrechas del barrio antiguo, donde el mar se percibe siempre cercano. La sensación de estar en otra época, románticamente anterior, desde el balcón del hotel con vistas a la playa de la Concha. Al día siguiente, nuestra visita al barrio de Loiola, a su acogedora Casa de Cultura, donde tuve el placer de leer junto a dos admirables poetas: Eli Tolaretxipi y Rikardo Arregi, a quienes no había conocido hasta entonces. Un descubrimiento. Desde aquí agradezco la amable hospitalidad de nuestros anfitriones: Antonio Casado y Jon Urbieta. Con ellos he aprendido a conocer mejor y a apreciar ese país que siempre me pareció lejano y distinto. Nos acompañó la lluvia en varias ocasiones, pero también tuvimos el privilegio de disfrutar de los verdes y azules del paisaje bañados por el sol. Eskerrik asko, amigos.

Incluyo algunos de los haikus, traducidos por Antonio Casado, y que leímos a dúo.

Cubierta de hojas,
la calle se estremece
como un estanque.

Orbelaz bete,

kaleak dardara
urmaelak nola.

Antigüedades.
Las gafas de los muertos
me están mirando.

Brocante bat.

Hildakoen antiojuak
niri begira.

Buscando el mar
por el suelo un cangrejo.
Supermercado.

Itsaso bila

karramarroa lurrean.
Supermerkatua.

Al entregarme
la compra el carnicero,
sangre en las uñas.

Poltsa ematean, 

harakinak odola 
azazkaletan. 

Tienda de especias.
Me llevo sin pagar
todo el aroma.

Espezia denda.

Ordaindu gabe daroat
usain oro.








(fotografías: Gabriel Alonso, Susana Benet)




4 comentarios:

  1. Qué buenos, Susana! El del carnicero estremece.
    Qué importante es tener la mirada abierta a esos detalles que están tan a mano y no sabemos ver.
    Menos mal que los buenos haikus nos enseñan a mirar.
    Un abrazo.

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  2. Una maravilla San Sebastian y sus gentes.
    El haiku del carnicero, fantástico.

    Abrazos.

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  3. Pues veo que el tema carnicería impacta mucho. A mí también. Besos,

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  4. Tienda de especias.
    Me llevo sin pagar
    todo el aroma.

    ME ENCANTÓ! :)
    Saludos desde Chile, acá, comenzando esta ruta de pocas palabras y profundos pensamientos...

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