En recuerdo de este gran poeta y amigo, que ya no está con nosotros, pero nos ha dejado delicados haikus como estos:
El viento pasa
entre rosales secos,
tarde invernal.
*
Brilla en la rama
el solitario destello
de una flor.
*
Reja de vidrio
las gotas de la lluvia
bajo la luna.
*
Sobre las olas
un destello de plata:
salto del pez.
*
Mira hacia el cielo,
oye las constelaciones
en su silencio.
*
(de: En los senderos del bosque - Sociedad Vejeriega de Amigos del País, 2008)
(acuarela: Susana Benet)
Personalmente no me disgustan ni me gustan los haikus,siempre desde el respeto,aunque si es bien conocido y cierto que una imágen vale más que mil palabras.
ResponderEliminarSaludos.
No tiene por qué gustarte el haiku. O te despierta algún asombro o no. Como cualquier fenómeno de la naturaleza, como cualquier imagen. Saludos,
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