martes, 27 de abril de 2021

HAIKU

 





 

En esa tienda

nadie riega las plantas.

No entro a comprar. 





(acuarela: Susana Benet)



sábado, 24 de abril de 2021

RESEÑA - CON LOS OJOS DE NADIE (de JOSÉ SABORIT)

 





CON LOS OJOS DE NADIE


                              Un viaje de mil leguas comienza en donde están tus pies. (Lao Tse)                                                                     



No me gusta analizar la poesía, ni creo que sepa hacerlo. Lo que me importa cuando leo poemas es la sensación, la huella que dejan. En el caso de este libro puedo afirmar que la sensación es grata, reconfortante, como si yo misma hubiese caminado o contemplado los paisajes que recorren estas páginas. Incluso, invita a volver sobre los pasos de su recorrido.

También he percibido atisbos de la poesía china, del Zen y de ciertos poetas conocidos, sobre todo del añorado Antonio Cabrera. 

Ya desde la cubierta, donde el poeta se autorretrata dando un paso, he tenido la sensación de ser invitada a acompañarlo. La figura que la ilustra es inconfundible, al menos para mí, porque conozco su estilo cuando con un breve trazo, casi casual, compone una figura. Y además, la pone en movimiento.

Su doble condición de poeta y pintor le permite plasmar en palabras lo que su ojo percibe con precisión, porque Saborit sabe mirar, e incluso parece caminar con los ojos. En su poema Autorretrato nos habla de “apreciar el dibujo / trazado por el paso”. La mirada le marca el camino,  le incida a avanzar o detenerse. A veces son los colores lo que lo atrapan, y es cuando leo su poema Ver el verdecuando me vienen a la memoria unos versos  de Li Po (o Li Bai), que dicen: “A solas la montaña y yo / no nos cansa mirarnos el uno al otro”.

Este libro está lleno de naturaleza y de naturalidad. También desprendimiento, porque al avanzar parece que el poeta va saliendo de sí, desprendiéndose de su propia identidad para ser un elemento más del paisaje. Así, en  “Caminar (I)”, dice: “La alegría es pasar, / sentir que el propio peso en cada paso / -por muy grave que sea o muy hermosa / la marca de su huella- / es una afirmación elemental, / un sí precario / que hay que dejar atrás / para dar otro paso”.

No sólo el movimiento está presente, también hay quietud y plena observación de lo cotidiano. Hay un poema que me atrevo a leer porque me identifico con esa manera de percibir y asombrarse ante lo elemental. El poema se titula “Blanco sobre blanco”:

SOBRE el mármol del suelo

que hay junto a la ventana

se reflejan muy nítidas las flores

de una orquídea blanca.

 

Qué extraño es el encuentro clandestino,

casi bajo la mesa,

de las vetas marmóreas

                                               sinuosas

y el zigzag verde

                                de los tallos florales.

 

Qué extraño y qué conforme

con la luz apacible que tamiza el visillo,

toda esa contención en el silencio

del pétalo en el mármol,

del blanco sobre el  blanco.

 

Todo el tiempo estamos en un “aquí y ahora” que enlaza con la tradición budista. Todo es presente. Todo es pura meditación. El pasado y el futuro se diluyen en el momento actual, mientras el yo se disipa. “Esfumarse y perder / la grave y apretada y pesarosa / conciencia de lo sólido. / Deshacerse en la luz / mientras brilla aún tu hoguera”.

Sé por sus pinturas y su personalidad que Saborit es capaz de colocar la pincelada, el color, la sombra, en el lugar preciso. Del mismo modo que lo hace con las palabras. O con las frutas en un plato (tal como observé cierta vez en su estudio). Todo en sus poemas ocupa su lugar preciso, adecuado, como las notas de una sinfonía. Me resultó curioso escuchar la “Sinfonía alpina” de Richard Strauss (en Radio Clásica) mientras me internaba en este libro y me fascinó la sincronía. Parecía un fondo perfecto. No conocía esta obra, pero casualmente  se trata de un poema sinfónico, de un viaje de autodescubrimiento, en el que se describen ascenso, bosque, caminata, peligro, cascada, cima, descenso… No voy a hablar de música, pero quería señalar esta coincidencia.

Creo que entre ciertas personas existe una sensibilidad compartida. En el caso de Saborit, pintor y poeta, reconozco en él mis propias inquietudes. Amo el mundo vegetal y me he detenido en su poema titulado “Idilio” en el que dos plantas, aparentemente independientes, se entrelazan, no sólo por crecer, sino como dicen estos versos. “… pero hay tanta ternura en el afán / del abrazo y tan estrecho es el cerco / con que ciñen las hojas a los pétalos; / que a la vez comprendemos / que no es sólo la luz / ni sólo la ascensión, / sino también el roce y la caricia”. Y me viene a la mente un artículo de Stefano Mancuso, publicado en la revista Litoral, donde habla de lo falso que es suponer que los vegetales son seres pasivos. Algo que contradice la realidad, ya que las plantas, como dice este autor, “se mueven muchísimo” representando el 85% de la biomasa de nuestro planeta. Tal vez Saborit, sin haberse dedicado a la botánica, es capaz de percibir esa sensibilidad en las plantas porque las ha observado y, al trasladarlas a la acuarela, ha reproducido no sólo su aspecto, sino también su vibración interna.

Saborit logra reflejar, como en un espejo, la quietud y el movimiento; reproducir el silencio y “las voces de las cosas”. Nos incita a girar los ojos “y abrazar sin pensarlo / todo / lo que su luz abrace”. En estos poemas somos capaces de ver con su propia mirada, porque cuando leemos estos versos  “con los ojos de nadie”, en realidad estamos viendo con los ojos de todos.

Susana Benet – abril 2021

  

 (imagen: cubierta de Con los ojos de nadie - Edit. Pre-Textos, Valencia, 2021)

(viñeta: José Saborit)


miércoles, 21 de abril de 2021

HAIKU

 




No importa el número.

Importa contemplar

el limonero.





(fotografia: Susana Benet)



lunes, 12 de abril de 2021

AFORISMOS de J.M. BENÍTEZ ARIZA

 



Buscar en lo cotidiano lo que de pronto te parece inadvertido y exótico, así como en lo ajeno lo que en el fondo te resulta familiar.

*

Los arroyos no hacen ruido: sólo encauzan el silencio por donde pueda fluir.

*

El verdadero objetivo de la persona sobrepasada por sus obligaciones no debería ser tener tiempo libre, sino liberarse del tiempo.

*

En el olor a tierra mojada después del primer chaparrón de finales de agosto el verano ensaya su despedida, que es también su momento de plenitud.

*

Motas de polvo: universos. La creación empieza con una sacudida de bayeta,


* * *


(de: En el corazón del bosque - Edit. Cypress - 2021)

(acuarela de portada: JM Benítez Ariza)


domingo, 11 de abril de 2021

RESEÑA

 El poeta y crítico Álvaro Valverde, ha escrito una reseña sobre "Falsa primavera" en la página El Cuaderno, que comparto aquí.

https://elcuadernodigital.com/2021/04/09/la-rara-flor-de-la-alegria/

martes, 6 de abril de 2021

POEMA de CRISTIAN DAVID LÓPEZ


 




LA ÚLTIMA HOJA

 

La última hoja

del árbol

se congeló en el aire

como mariposa.

 

Nunca tocó la tierra.

 

De tu boca brotó

la última flor

del otoño.

 

Nunca llegó el invierno

a nuestra cama.

 

Saboreamos el fruto del castaño

sin pincharnos.


* * * 



(de: Constancia - Bajamar Editores, 2021)

(acuarela: Susana Benet)