domingo, 29 de diciembre de 2013

TEXTO de SEI SHONAGON








Cosas que están lejos aunque estén cerca

Fiestas que se celebran cerca del palacio.
Relaciones entre hermanos, hermanas y otros miembros de la familia que no se quieren.
El camino zigzagueante que lleva al templo de Kurama.
El último día del Duodécimo Mes y el primero del Primer Mes.




(de: El libro de la almohada - Alianza Editorial)

(Acuarela: Susana Benet)



miércoles, 25 de diciembre de 2013

HAIKU

 
 
 
 
 
Navidad. Lluvia.
Una flor amarilla
abre sus pétalos.





(fotografía: Susana Benet)



martes, 24 de diciembre de 2013

FELICITACIÓN

Mis mejores deseos para todos los amigos, seguidores y visitantes de este blog. Muchas gracias por acompañarme.









sábado, 21 de diciembre de 2013

HAIKU







Se va el otoño.
En la rama desnuda
solo una tórtola.





(fotografía: Susana Benet)


miércoles, 18 de diciembre de 2013

POEMA de SERGIO FERNÁNDEZ SALVADOR









MÁS QUE EL ORO

Si de gastado cobre,
más valiosa que el oro es la moneda
que a la hucha oscura de esta tarde asoma
por la lábil rendija de unas nubes
y baja en tobogán de luz fundida
a nuestro invierno, como un rey humilde
que se hincara a besar los pies de sus vasallos.

¿Mereceremos tanto? Por si acaso
pongo su mansedumbre en el papel
por su luz bendecido ahora que aún da
calor al alma y tempero a los campos,
antes de que la oculte oscura nube
y aún esa otra más oscura nuestra,
la rara negra flor de la melancolía.




(de: "Lo breve eterno" - Edit. La Isla de Siltolá, Sevilla 2013)

(Acuarela: Susana Benet)



domingo, 15 de diciembre de 2013

HAIKU






 
 
 
Sin conocer
su nombre lo pinté:
escaramujo.




(Acuarela: Susana Benet)

jueves, 12 de diciembre de 2013

HAIKU





Traspasa el sol
la copa del olivo.
Polvo de plata.





(de: "Lluvia menuda" - Edit. Comares, Granada 2007)

lunes, 9 de diciembre de 2013

HAIKU







Mañana azul.
En el cielo una red
de estelas blancas.







(fotografía: Susana Benet)

viernes, 6 de diciembre de 2013

COMENTARIOS


 
 
CARNE

Compro una bandeja de filetes de ternera, algo que no hacía en mucho tiempo. Al sacarlos de la bandeja decido eliminar los  bordes, una gruesa capa de grasa que las tijeras de cocina apenas pueden atravesar. Empiezo a sentir cierta repugnancia al ver que al fondo de la bandeja va quedando un gran charco de sangre muy roja. Troceo la carne a tiras, porque se nota que los filetes son duros o están mal cortados. Eso del corte del filete parece que es un arte como el taurino. El gato se pone a maullar mientras coloco los recortes sobre un plato, que también se tiñe de rojo. Me siento de pronto como un muerto viviente de la película de Romero o como Mia Farrow devorando hígado crudo en La semilla del diablo. Pero no, porque a mí, a diferencia de esos seres hambrientos, se me está quitando el hambre cuanto más miro la sangría que estoy montando en la cocina. No me la podré comer si no la enmascaro, pienso, y añado a la sartén un montón de verduras cortadas, sal y pimienta. El gato vuelve a maullar, receloso. Por complacerle coloco ante su hocico la bandeja con la sangre acumulada, que él lame a conciencia, lo cual me pone aún más enferma. Se me está cerrando el estómago. Todo lo veo rojo. Menos mal que en la sartén el filete ha perdido su color original y podría pasar por  carne de seta o por suela de zapato. Me asaltan remordimientos por haber vuelto a caer en la tentación de la carne. La compré porque hacía mucho frío, me justifico. Pero entonces recuerdo mis buenos propósitos vegetarianos, que acabo de traicionar por un trozo de cadáver.

¿Me la comeré? Lo dudo. Si lo hago será por hacerle los honores a la vaca, que no tiene la culpa de que la hayan alimentado mal y matado peor.
 
 
 
(fotografía: Susana Benet)
 
 

martes, 3 de diciembre de 2013

HAIKU

 
 
 
 
 
 
La araña muerta
colgando aún de su hilo.
Sol de diciembre.
 
 
 
 
 
 
 
 
(fotografía: Susana Benet)