VIDA ANODINA
Una calle vulgar
de casas anodinas.
¿Qué aventura me
aguarda
en una tarde
tan corriente e
idéntica
a tantas otras tardes
marcadas por el
tedio?
Poco o nada que hacer
sino buscar
algún comercio
abierto,
mirar su mercancía,
adquirir
algún objeto inútil,
barato, prescindible
y regresar a casa
con la falsa ilusión
de que está por
llegar
un suceso feliz,
inesperado,
en este barrio
humilde
de casas anodinas.
(Fotografía: Susana Benet)