martes, 31 de octubre de 2017

NOTICIA






Para todos quienes estéis interesados y os apetezca acudir, el próximo jueves, día 2 de noviembre, presentaré  mi traducción de las Cien visiones de guerra de Julien Vocance, publicada por la editorial Renacimiento. Será en Madrid, en la Librería Alberti, calle Tutor, 57, a las 19 h.

Me acompañará el poeta Ricardo Virtanen. 

Copio aquí una muestra de algunos de sus haikus, o haï-kaï, como eran nombrados en Francia cuando se publicaron en 1983 por "Les compagnons du livre".



De madrugada
sorben ávidamente
la sopa fría.

*

Ante su mirada ya turbia
pasó el doloroso recuerdo
de la mujer y sus pequeños...


*

¿No irá el tirador nocturno
a encender su cigarrillo
con la mecha de su mosquete?












domingo, 29 de octubre de 2017

APUNTE










LA SOLEDAD DE JACK


Después de haber vivido juntos durante quince años, Jack ha perdido a su compañero Ron. Ya anunció su muerte antes de que se produjera, lanzando largos maullidos por las noches. Ahora que Ron se ha marchado para siempre, Jack vuelve a maullar con el mismo tono grave y siniestro. Busca a su compañero por todos los rincones de la casa, huele su ausencia, me mira con sus negras pupilas dilatadas, como si me interrogara. Por mucho que lo acaricie y le hable dulcemente, no podré acabar con su tristeza. La tristeza de los animales que, al igual que nosotros, sienten profundos afectos y los demuestran. Al igual que nosotros buscan  la compañía, el calor del contacto, la presencia del otro aunque esta suponga, en ocasiones, disputas pasajeras por un trozo de sofá o por un rayo de sol. Jack, el afectivo, se acercaba a lamer la cabeza de Ron, mientras éste bebía agua. Sabía que su compañero estaba muy débil y trataba de aliviarlo. También los animales, a quienes tan poco conocemos, son capaces de sentir compasión. Un sentimiento que creemos poseer solo los humanos. Jack, como un miembro más de la familia,  contempló a Ron mientras este entraba en un sueño profundo del que ya no despertaría. Cuando traje a casa sus cenizas, Jack estuvo olisqueando el armario donde las guardé. ¿Era capaz de saber lo que contenía aquella pequeña urna herméticamente sellada? Nunca antes había sentido curiosidad por ese armario ni ahora se interesa ya por él. Solamente le atrajo en el momento en que guardé lo que queda de Ron. Ahora ya sabe que su amigo no volverá, pero sigue echándolo de menos y lamenta su soledad con profundos maullidos. 


(fotografía: Susana Benet)




jueves, 26 de octubre de 2017

POEMA de WANG WEI (701-761)







LA HONDONADA DE MAGNOLIAS

En las puntas de las ramas,
brotan flores de magnolia.
En medio de la montaña,
deslumbran corolas rojas.
Soledad y silencio
en el valle desierto.
Profusas flores se abren
para caer más tarde.



(de: Poesía china - Edición de Guojian Chen - Edit. Cátedra)

(fotografía: Susana Benet)



domingo, 22 de octubre de 2017

HAIKU








Tomaste un tren
para el que ya no existen
las estaciones.







(fotografía: Susana Benet)



miércoles, 18 de octubre de 2017

HOMENAJE A JOSÉ LUIS PARRA










Ayer tarde nos reunimos amigos y admiradores de José Luis Parra para una lectura-homenaje en su memoria cuando se cumplen cinco años de su fallecimiento. 

Para comenzar, leí mi artículo "Henchida soledad" ya publicado en este blog, así como en la revista Estación Poesía núm. 5 y que ha servido de prólogo a su antología: "Anunciación del aire", editada por Frailejón en Colombia. Un texto en el que hago un recorrido por la vida del poeta a través de sus versos.

A continuación hubo un recital en la voz de los poetas que desearon participar, mostrando así su admiración y afecto:

Blas Muñoz
José Saborit
Lola Mascarell
Begoña Pozo
Mila Villanueva
Francisco Benedito
Carlos Marzal
Elena Torres
Juan Pablo Zapater
Manuel Emilio Castillo
y las grabaciones de Sandro Luna y de Antonio Cabrera.







Fueron muchos quienes se acercaron y disfrutaron de esta lectura de poemas que, al cabo de los años, conservan la frescura y fuerza con que fueron creados. Amigos de siempre, que compartieron con Parra inolvidables momentos  vividos en el Café Malvarrosa, donde le animaron a publicar sus primeros libros.






Copio a continuación uno de mis poemas favoritos, ese poema que no leí en público porque siempre me emociona, en el que Parra añora la presencia de su madre.


VERANO 93

No me muevo de aquí.
Siempre en la galería, siempre
sentado en esta silla de cuerdas, despintada,
que tanto usó mi madre. Junto a esta lavadora
con no pocos achaques, convertida
en insólita mesa de trabajo
donde se apilan libros y papeles
por corregir. Yo fumo, fumo, fumo,
y veo en humo derrocharse el tiempo de mi vida,
y miro en las ventanas, en los muros manchados
de la casa de enfrente, reflejarse
el mismo día sin promesas,
la misma fecha caducada,
repetirse un verano interminable
de persianas verdosas desvaídas
y toldos azulados polvorientos.
Miro las tuberías,
obscenamente al descubierto,
la maraña de antenas en terrados vacíos,
las sábanas, toallas, bañadores,
inmóviles en la canícula,
el grávido silencio de un sol que nos aplasta.
Es todo mi paisaje, mi verano.
Atado al Nunca más en esta silla
que tanto usó mi madre.
                                          Si volvieras…
aunque fuera tan sólo por un día,
como en Méjico dicen que regresan los muertos.














(fotografías: Gabriel Alonso)




domingo, 15 de octubre de 2017

HAIKU







Sobre una loma
se empina entre los pinos
la torrecilla.







(fotografía: Susana Benet)




martes, 10 de octubre de 2017

HAIBUN








OSCURIDAD

Qué agradable esta oscuridad que invita a la calma, al recogimiento, no como cuando el sol estalla sobre las cosas y la gente se vuelve inquieta y va de un lado a otro hablando en voz alta, gesticulando, invadiendo impaciente las aceras. Días en que apenas se puede pensar porque la luz aturde. En cambio ahora, cuando una lluvia mansa susurra sobre el asfalto, un plácido silencio se apodera del aire. La gente se dispersa, se refugia en los espacios cerrados, y los pocos que caminan por las calles, lo hacen cabizbajos, ensimismados, reverentes.

Esta oscuridad no es algo cerrado, opresivo, sino que esparce una sutil claridad desde las nubes, avivando el verdor de los árboles con levísimos reflejos nacarados. Uno se siente sumido en la transparencia, como si recorriese las naves de un templo, donde la luz blandamente se filtra por las altas vidrieras.

Se escucha en la distancia el tímido trino de algún pájaro o el roce amortiguado de las ruedas sobre el húmedo asfalto, como una letanía que adormece.

Sobre las ramas goteantes, las flores entreabiertas reposan inmóviles, con sus pétalos recién lavados, y las pálidas hojas, preludio del otoño, empiezan a teñirse de rojo y amarillo.

Duermen las ramas
empapadas de lluvia.
Bosteza el sol.






(fotografía: Susana Benet)


viernes, 6 de octubre de 2017

POEMA de ANTONIO MANILLA







El herido horizonte, el vuelo de los pájaros,
los vilanos que huyen y las nubes que pasan.
El agua de la fuente, monótona y distinta,
sonando como un alma. Los versos de Virgilio,
a media luz leídos. El niño que contempla
la hoguera del otoño que enciende la distancia.
Aquella cuyo nombre dio nombre a cada cosa.
El ganado que vuelve y el humo de las casas,
poniendo marco al aire. El despierto silencio,
el sueño que nos vence, la flor que se desangra.
El recuerdo del padre, que vive en el paisaje
y es ceniza y frío y soledad y nada.


    La tarde los reúne y nos alcanza.




(de: Una clara conciencia - La Veleta. Granada)

(acuarela: Susana Benet)


domingo, 1 de octubre de 2017

HAIKU








Entro en un túnel.
Atravieso el profundo
vientre del bosque.







(fotografía: Desde el tren - Susana Benet)