Soy una queja silenciosa
entre los álamos. Si miro,
alrededor, los inquietantes
bucles de sombra, donde el mirlo
se apaga, siento dolor,
y amor también, en mi avenido
corazón. Yo canto
para no ahogarme en este río,
para hacerme su amigo.
* * *
(de: Flores de la inocencia - Olé Libros, 2020)
(fotografía: Susana Benet)
Gracias, Susana. Me gusta tu elección. Y has acompañado con una sugestiva foto el poema. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarGracias a ti por tus poemas. Besos,
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