EL ROSTRO
Todo tiene su rostro detrás de la ventana.
El rostro de las nubes, de los árboles.
El rostro de la hierba, de los pájaros.
Todo parece ser algo distinto,
tener su propio rostro separado.
Pero no existe nada que no sea
una mínima parte de otro rostro
armónico, total, inabarcable.
(fotografía: Susana Benet)