EL GRITO
Alguien grita y yo me asomo, me asomo
a los patios desiertos, los balcones,
donde todo reposa bajo un velo
de sol recién nacido.
Quién se atreve a gritar ante esta azul
y quieta madrugada,
cuando no canta el pájaro ni zumban los insectos,
ahora que la luz desciende silenciosa
sobre el aire que está
aún dormido.
(fotografía: Susana Benet)
Un poema precioso y evocador, Susana.
ResponderEliminarGracias, Eva, por apreciarlo.
ResponderEliminarSaludos,
Qué bonito, Susana. Lo leí hace unos días y he querido releerlo. Me apetecía volver a escuchar ese grito...
ResponderEliminarEs todo un lujo que alguien "relea" lo que escribo. Muchas gracias, José Antonio. Besos,
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