INSOMNIO
No fue ningún sonido
lo que quebró mi
sueño,
ninguna pesadilla que
me obligase a huir
del profundo vacío en
que flotaba.
Solo sé que mi mente
me ha devuelto a la
densa oscuridad,
y vuelven los
recuerdos,
las locas obsesiones,
a llenarme los ojos
de inquietud.
Es inútil cerrarlos.
Por mucho que me
esfuerce
no encontraré la
calma
de la que fui
arrojada, ni podré
silenciar tantas
voces
que conmigo, esta
noche, han despertado.
(fotografía: Susana Benet)
Cuando la mente empieza a moverse de esa forma lo único que podemos hacer es observarla...
ResponderEliminarUn abrazo Susana y que esas voces poco a poco se acallen.
Gracias, Gorka.
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