LAS HIERBAS DEL ANTIGUO PRADO
Cubre el prado una vasta alfombra de tiernas hierbas,
que se mustian y reverdecen todos los años.
El incendio no puede acabar con ellas:
renacen al beso de la primavera.
Su fragancia invade las antiguas sendas.
Su esmeralda viste los pueblos en ruinas.
Agitadas y con gran melancolía,
dicen adiós al viajero que se aleja.
* * *
(de:
Poesía china - Cátedra, 2013)
(fotografia: Susana Benet)