Apenas estrenada, esplendorosa,
la mañana, y ya ha terminado el día.
Hierve el café del desayuno,
se hunde en la taza el sol poniente
y acaba la película de la televisión.
Por ventilar el cuarto
y la cama aún revuelta,
te acuestas y duermes recién despierto.
Oferta espantosa de primavera,
con todo el azahar podrido y días
de saldo amontonados, desvaídos,
arrumbados mucho antes de iniciarse
en el gran almacén de la memoria.
Siempre es un lujo poder leer a JL Parra. Muchas gracias.
ResponderEliminarSus poemas ganan con el tiempo. Besos
ResponderEliminarQué hermoso poema. Es sorprendente las lecturas que puede tener un buen poema. Cambian las circunstancias y cambia su sentido. Como los colores de las flores según la luz del sol.
ResponderEliminarEspero que estés bien Susana, un abrazo grande.
Yo tambien te deseo que resistas en estos dias dificiles. Besos
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