jueves, 26 de marzo de 2020

POEMA









AHORA

Ahora que no somos
los dueños de la calle,
confinados en casas y oficinas
por un temor
que nos transforma a todos
en súbita amenaza,
son ellas, las criaturas
aladas, las que vuelan libremente,
o descienden confiadas,
huéspedes del asfalto.

Y hasta las ramas
frondosas de los árboles
parecen adueñarse del espacio
para sanar el aire
con el aliento fértil de sus flores.

* * *

(fotografía: Susana Benet)



8 comentarios:

  1. La naturaleza es implacable e impasible. Un poema muy bonito, Susana.

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  2. Gracias. Me alegra pensar que nuestra ausencia permite a la naturaleza expandirse.

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  3. Precioso poema, Susana. Muchas gracias por compartirlo. Un abrazo desde la trinchera y la esperanza.

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  4. Gracias a ti por visitarme. Un placer. Besos

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  5. Qué bello. El mundo sin nosotros es como más transparente. Es aleccionador, y en cierta medida fascinante, comprobar que la naturaleza no nos necesita para nada. Absolutamente para nada.

    Besines. Cuídate eh

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  6. Gracias, Momiji. Cuídate tú también y que sigamos compartiendo versos. Besos

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